Para mi ha sido uno de los grandes secretos de belleza, no sabéis la cantidad de usos que se le puede dar a éste aceite. Está considerado sagrado en la Polinesia. No se trata de un aceite puro sino de una mezcla de aceite de coco 100% natural de Tahití, mezclado con flores de Tiaré. Su aroma me parece muy veraniego, incluso me limité a usarlo únicamente en esa época, pero viendo todo lo que hace por nuestra piel, por nuestro pelo y por nuestro rostro pienso usarlo ya todo el año.
En el cuerpo
Nos puede proteger del sol, ya que aunque no tenga factor de protección, impide la deshidratación y los efectos nocivos de los rayos UV. Es preventivo del envejecimiento y actúa como protector del sol ayudando a tomar color. Permite prolongar y cuidar nuestro bronceado y a evitar el enrojecimiento de la piel. También proporciona un gran efecto reparador en la piel.
Además de ser muy utilizado para masajes después de la ducha o baño, resulta un excelente hidratante y suavizante superando a cualquier leche o loción. Podemos aplicarlo en zonas como codos o rodillas o aquellas que notemos más propensas a sequedad.
Podemos aplicarlo sólo o añadir unas gotitas en nuestro gel de ducha diario o bodymilk.
En el cabello
La fama de belleza de las mujeres tahitianas es legendaria y sus brillantes melenas también. Utilizan éste aceite perfumado que alimenta y protege el cabello contra las agresiones del sol, arena y viento. Durante el verano, podemos humedecer nuestro cabello con éste aceite y dejar que actúe durante la noche, a la mañana siguiente no tenemos más que lavar.
Durante el resto del años, podemos preparar tratamientos reparadores e hidratantes . Tan sólo debemos aplicar Monoi en todo el cabello y cubrirlo con un gorro de plástico. A continuación, pondremos una toalla para crear un efecto de calor que permita un proceso de reparación profunda. Dejaremos actuar media hora o más para conseguir una melena suave, flexible y brillante.
En el rostro
Gracias a su origen 100 % natural vegetal es absolutamente compatible con todas las pieles, especialmente si están secas o arrugadas. Hidrata en profundidad y proporciona elasticidad a la piel, dándole un aspecto más joven y fresco. Podemos echar un par de gotas sobre las yemas de los dedos e ir aplicándolo sobre el rostro haciendo un suave masaje. A continuación, eliminaremos excesos con ayuda de un pañuelo de papel.
¿Qué os parece a vosotras?¿También lo usáis?